Las autoridades Ejecutivas,
Judiciales y Electorales Venezolanas perdieron su legitimidad toda vez que
las acciones que ejecutan dan cuenta de que en
Venezuela rige una dictadura que, sin ningún empacho, viola la constitución,
desconoce la institucionalidad democrática y menoscaba los derechos humanos.

Hoy,
Venezuela vive una severa crisis propiciada por un régimen dictatorial que
no cesa en sus abusos y atropellos, que mantiene al país en una guerra
política, social y económica que causa unos 80 muertos diarios caídos a
manos de la violencia y un sin número de desplazados, sin dejar de lado la
devastación económica y la inseguridad que nos impone un hampa desbordada.
Cuanto antes, deberíamos emprender el camino que permita derrocar la dictadura mediante una
lucha ciudadana y de resistencia civil que restaure la democracia perdida. Sólo
así podremos construir el camino hacia la paz y la libertad.
Se necesita una
posición firme y contundente, que de manera clara le diga al régimen que sus
prácticas no tienen lugar en Venezuela y que la confrontación durará hasta que
sus jerarcas entreguen el poder y que el único dialogo posible es para
ratificar que los principios de la democracia y el resguardo de la libertad, la
paz y los derechos humanos no se negocia.
Lamentablemente, el
acuerdo de fecha 13 de octubre de 2.016 me causó una decepción mayúscula. Su
contenido es "pura paja inejecutable" que servirá para alimentar el
ego de unos, la esperanza de los incautos y una celebración revolucionaria ante un acuerdo
bobalicón e imbécil.
Me hubiese gustado leer un acuerdo de
la Asamblea Nacional con la contundencia necesaria para que los líderes con coraje ejecuten las acciones necesarias para derrocar la dictadura. Un acuerdo
de emplazamiento al dictador, de desconocimiento de las autoridades como lo manda
la constitución y que públicamente fuese refrendado con la rúbrica de los 113
diputados que ostentan la responsabilidad con que les invistió el soberano. Ese sería un buen paso para encender y avivar el apoyo solidario de una sociedad deseosa de un cambio que
no resulta posible por la vía institucional, pacífica o electoral.
Ante la cruda realidad, ya no caben las pusilánimes medias tintas, el país demanda un algo así como que: haremos que se vayan o nos matan en nuestro intento, los muertos serán de quien los mate y su dueño los pagará con creces.
Lamentablemente, quienes conducen la política venezolana se
olvidaron, desconocen o les da miedo asumir que “los conflictos se resuelven por
consenso o por violencia” y que el máximo exponente de la violencia: “la
guerra, es la continuación de la política por otros medios”, y por ello
no afrontan con entereza la guerra declarada por el régimen.
Si fuese distinto, me imagino a una Asamblea
Nacional, que en su interés por restaurar la paz y la libertad ciudadana, promulgaría
un acuerdo en términos similares a lo siguiente:
Acuerdo para restituir la Democracia y los Derechos Humanos.
PRIMERO:
La Asamblea Nacional, en su lucha por
la paz y la libertad, desconoce al Poder
Ejecutivo Nacional, al
Tribunal Supremo de Justicia y
al Consejo Nacional Electoral, toda vez que en el ejercicio de su autoridad y
sus funciones contrarían los valores, principios y garantías democráticas y
menoscaban los derechos humanos.
SEGUNDO:
Se encarga a la Directiva de la
Asamblea Nacional para que en plazo de dos semanas presente un plan para la
realización del Referendo Revocatorio, con el apoyo de la sociedad civil. El
plan deberá incluir, al menos, la designación de las autoridades que de
manera supletoria conducirán y validarán este proceso de votación, la estructura
para su celebración, la fuente para su financiamiento y los términos y
condiciones que le darán validez al resultado, que de ser favorable, de
manera invariable conducirá al proceso electoral para la elección del
Presidente que culminará el período constitucional que ejerce el Ciudadano
Nicolás Maduro Moros, ya desconocido en el ejercicio de sus funciones.
El plan solicitado será aprobado por
esta Asamblea y su ejecución y efecto será inmediato, una vez publicado en los
medios de difusión de la Asamblea Nacional y medios de comunicación nacional.
TERCERO:
Se le advierte al Alto Mando Militar,
al mando de los componentes de la Fuerza Armada y a los diferentes cuerpos de
seguridad del estado que la subordinación a un Poder Ejecutivo que ha
sido constitucionalmente desconocido por esta Asamblea Nacional en
ejercicio de la voluntad soberana manifestada mediante el voto popular el
pasado 6 de diciembre de 2015, conlleva a asumir las consecuencias que derivan
de la complicidad necesaria en los actos ya cometidos o que se cometan contrariando los valores, principios y garantías
democráticas y menoscabando los derechos humanos.
CUARTO:
Se incorpora a la Asamblea Nacional a
los diputados electos, por el Estado Amazonas, el 6 de diciembre de 2015.
QUINTO:
La Junta Directiva de la Asamblea
Nacional, en un plazo de una semana presentará, para aprobación en sala plena,
un plan organización y acción de la sociedad venezolana con el propósito de
ejecutar un movimiento cívico nacional en defensa de la aplicación del presente
acuerdo.
SEXTO:
Notificar a las organizaciones
internacionales, a través del Alto Comisionado de la Organización de Naciones
Unidas (ONU) para los Derechos Humanos; al Secretario General y al Consejo
Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), las autoridades del
Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)
para que conozcan de esta decisión soberana ejercida en representación de una
mayoría Venezolana que ha sido vulnerada en el ejercicio de sus derechos
constitucionales y que se ejerce con el propósito de restituir el orden
democrático.
SÉPTIMO: Notificar del presente acuerdo al cuerpo
diplomático acreditado en el país
OCTAVO: Dar publicidad al presente Acuerdo mediante su
publicación a través de los medios de difusión de la Asamblea Nacional y medios
de comunicación nacional.
Dado, firmado y sellado en el Palacio
Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana
de Venezuela, en Caracas, a los 13 días del mes de octubre de dos mil
dieciséis.
Años 206° de la Independencia y 157°
de la Federación.
Peor todavía Guaicaipuro, el exhorto a la FANB es el reconocimiento y espaldarazo de hacerlos fiel de la confrontación política, reconociendo y reforzando el papel que Chávez le asignó al órgano armada del Estado. Desafortunadamente han demostrado una vez más, en mi humilde opinión, la carencia de mentalidad estratégica.
ResponderBorrarPareciera que la Asamblea le hace el juego al Gobierno, por lo cual ese escenario dudo que pueda ocurrir. Si hubiese voluntad, ya la AN hubiese despertado del letargo en el cual se encuentra...
ResponderBorrarSaludos a los ilustres Generales...
El liderazgo bobalicón insiste en tratar a un gobierno malandro, como si estuviese conversando con la Santa Tersita de Jesus. El ser firme en convicciones y en propuestas, no implica ser violento
ResponderBorrarJamás entenderé el papel tan estupido que ha jugado la oposición en todos estos años y menos aún teniendo la mayoría del pueblo a su lado, que mejor oportunidad para sacar a estos demonios del poder, que más necesitan? Bolas?
ResponderBorrarLuego de mis estudios en materia de Planificación, especialmente en materia de Planificación Política, y tratándose del tema Venezuela cargado de tantas complejidades y aristas, he adosado el concepto de "Confrontación Política Directa y abierta (CPDA)" para describir lo que en la realidad debimos y debemos hacer pero que no hemos hecho en la oposición. La falta de visión estratégica como denuncia el amigo Carneiro C., es una característica muy peculiar de la oposición desde el mismo día 5 de enero, día desde el cual que sin miramientos de ninguna índole se debió haber asumido el concepto de CPDA a ultranza. la inmediatez sumada al pragmatismo de la dirigencia politiquera nos tiene imbuidos en un cerco. En política el concepto de oportunidad se da una sola vez, si no se aprovecha sólo queda llorar como mujer aquello, que como hombres, no supimos defender. Usted (es) aprecia (n) la aplicación de este aforismo en este caso? Mucha tela que cortar...Por cierto, Lameda, nuestra conversación en el IPSFA quedo en sólo prolegómenos.
ResponderBorrarEntendiendo Prolegómenos como un vocablo griego que puede traducirse como “preámbulos” y que se utiliza para nombrar al tratado que se ubica al comienzo de una obra con la intención de establecer los fundamentos generales de aquello se tratará a continuación, tienes mucha razón. La conversación se interrumpió cuando te llamaron para atenderte y no tuvimos oportuniad de retomarla.... Esta pendiente....
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