jueves, 15 de septiembre de 2016

La Venezuela Posible

Situación Actual:
El gobierno venezolano instauró una dictadura señalada por ser tolerante con el narcotráfico, la corrupción, la legitimación de capitales y por violar permanentemente los Principios de la Democracia y los Derechos Humanos.
Se vive en un estado de Guerra No Convencional, declarada por el gobierno en los ámbitos político y económico. Su saldo es de 80 muertos diarios, incontables desplazados que buscan refugio en otros países y un desabastecimiento generalizado que ha deteriorado la calidad de vida al punto de la ocurrencia de muertes por desnutrición y también  muertes por ausencia de insumos médicos.
Para convertir a Venezuela en un espacio comunista, el gobierno se colocó fuera del orden constitucional imponiendo a la fuerza al llamado socialismo del siglo XXI como un paso intermedio. 
Los más altos dirigentes del régimen de gobierno han manifestado abierta y públicamente que no entregarán el poder bajo ninguna circunstancia ya que no cederán los espacios conquistados por su revolución. Para ello utilizan un conjunto de acciones tácticas como el amedrentamiento, el terrorismo judicial, la extorsión y el empobrecimiento colectivo como medios de dominación política que les permiten mantenerse en el poder.
Situación Final:
¡La Venezuela deseada!, Un país donde el ciudadano ejerce las más amplias libertades para vivir en paz y bajo un ambiente de bienestar y progreso.
Como Lograrlo:
Para salir de la situación actual y llegar a la situación final deseada es necesario transitar por tres tiempos bien diferenciados.
Primer Tiempo: El cambio del statu quo
Ejecutar cualquier acción necesaria que permita restituir la democracia, restablecer la paz y el estado de libertades para lo cual es imprescindible derrocar la dictadura instaurada bajo la dirección de Nicolás Maduro.
Las acciones de resistencia cívica activa lucen apropiadas a este propósito, las cuales podrían acompañarse con un diálogo honesto y sincero con el sólo propósito hacerle saber al régimen que los principios y valores de la democracia, la libertad y la paz son irrenunciables, que no se negocian, y que se defienden y se imponen al costo que sea necesario.
Este tiempo concretará cuando, los ciudadanos venezolanos y la comunidad internacional que brinda su apoyo, se dispongan y empeñen en ejecutar una estrategia efectiva para derrocar la dictadura y restituir la democracia.

Segundo Tiempo: La transición.
Asegurar la gobernabilidad necesaria para abrirle el paso a la construcción de La Venezuela Deseada.
Requerirá un compromiso de nosotros los venezolanos con nosotros mismos en los temas fundamentales para construir un estado de Libertad, Bienestar, Progreso y Paz.
Es un acuerdo y compromiso para establecer las condiciones que regirán nuestras relaciones y los actos de gobierno. Es una especie de decálogo compartido que nos orienta en la práctica cotidiana. Se deberán considerar temas como:
  1. Gobernantes y ciudadanos que actúan bajo los principios de: Honestidad, Respeto, Responsabilidad y Transparencia.
  2. La moral y la ética como principio básico de convivencia.
  3. La familia y su hogar como base fundamental de la sociedad.
  4. La puntualidad y la disciplina de cada uno de nosotros.
  5. El estado de orden y la limpieza del entorno de cada quien.
  6. El deseo y el esfuerzo por la excelencia y nuestra superación.
  7. El amor al trabajo productivo.
  8. El esfuerzo individual para contribuir con una economía próspera.

Para construir esta viabilidad, los venezolanos necesitamos aprender de nuestro propio pasado. Hasta ahora nos hemos empeñado en borrar la historia asumiendo que todo pasado fue malo y que, cada vez, comenzaremos de nuevo y de cero. En ese proceso, ya enumeramos cinco repúblicas, hay quienes apuestan por una sexta. La verdad oculta es que no hemos construido una República. y derrumbamos los intentos.
En el ámbito democrático, y a pesar de los esfuerzos iniciados en 1935, hasta ahora no hemos acertado
La transición será el momento propicio para conducir un proceso objetivo, sin pasiones desbordadas y libres de prejuicios y mezquindades para promover la búsqueda de lo bueno que se ha hecho o propuesto en  los diferentes momentos históricos y utilizar estos hallazgos como base del compromiso para la actuación futura.
La transición será el tiempo de establecer las premisas fundamentales que fundamenten los compromisos de los gobernantes con los ciudadanos, entre ellas:
  1. Quitar caretas y asumir al país sin hipocresías y dobles discursos.
  2. Establecer una gestión pública decente, signada por el ejercicio de la honestidad, la transparencia, el respeto y la responsabilidad para con el ciudadano.
  3. Privilegiar la pluralidad y la inclusión para convivir en democracia.
  4. Asegurar el sometimiento a la justicia de quienes se hayan convertido en delincuentes por la comisión de delitos: contra la cosa pública, de narcotráfico, de legitimación de capitales, de lesa humanidad y de violación de derechos humanos.
  5. Proscribir “La piñata petrolera” y consolidarnos como una nación generadora de energía para el mundo.
  6. Proscribir el engaño, la trampa y la manipulación en los procesos de dirección política y de elección de funcionarios y representantes públicos.
  7. Recomponer el sistema de seguridad y defensa nacional para atender tanto los asuntos externos como internos.
  8. Proscribir “el populismo” como medio de proselitismo político y de gestión de gobierno.
  9. Minimizar el empeño por combatir o hacerle la guerra a lo malo  y empeñarse en implantar lo bueno, comenzando desde el ejemplo que ofrecen quienes ejercen la gestión pública.

Tercer Tiempo: La construcción de La Venezuela Deseada.
En este tiempo debe estar muy claro que toda propuesta política tiene que ceñirse al compromiso asumido durante la transición,
Es el tiempo donde los ciudadanos ejercen el poder soberano para validar o rechazar gobernantes en función de su desempeño.
Así, este es el tiempo de la pluralidad política para escuchar y seleccionar entre las propuestas sobre el cómo lograr resultados para concretar los compromisos adquiridos en el tiempo de transición y que convertirán a Venezuela en un país donde el ciudadano ejerce las más amplias libertades para vivir en paz y bajo un ambiente de bienestar y progreso.