Muchos
son los analistas que piensan que el gobierno venezolano ha fracasado y que ya
está de salida. Muchos lo ven así porque piensan que en Venezuela rige una democracia,
cuando lo que controla al país en un régimen autoritario y totalitario que se
mimetiza tras unos procesos electorales convenientemente amañados.
El
gobierno de Nicolás Maduro ha sido más exitoso que el de Chávez, basta con valorar
los resultados en función del objetivo, la estrategia y el manejo del tiempo
por parte del gobierno. Veamos entonces:
El Objetivo: Producir una
transformación cultural para que el venezolano piense y se comporte de manera
distinta en términos económicos, políticos y de organización social. El
pensamiento: COMUNISMO a la manera de Fidel Castro.
La Estrategia: Empobrecimiento
colectivo como medio de dominación política.
Tiempo: Tres generaciones, los
mayores se resisten pero desaparecen por razón natural de edad, los jóvenes
viven la ambigüedad entre lo que impone la revolución y lo que le transfieren
los mayores, y finalmente los niños que aprenden lo que les inculca la
revolución. Eso requiere un mínimo de 30 años hasta que los niños formados con
nuevo pensamiento puedan llegar a posiciones de poder.
Para
muestra de cómo los Venezolanos de hoy, pensamos distinto y nos hemos
acostumbrado progresivamente, sin ejercer protesta y con resignación silente, basta
con ver que hacemos colas interminables para comprar algo o que nos alegramos
porque logramos comprar algo hasta por 100 veces de lo que el gobierno anuncia
que debe ser su precio justo. Hoy, hasta pensamos que lo justo es que nos
racionen las cosas con equidad. Ese es un triunfo del gobierno para el logro de
su objetivo.
Para hacerle
antecedente a la enunciada receta de Fidel, deseo recordar que en una entrevista que me hiciera Carla Angola en 2.002 y se reeditara en 2.013, me preguntó:
Me parece
imprescindible que el Gobierno quede al descubierto. Lo brutal de la confesión
de Giordani, es que esa gente humilde e inocente confía en esta revolución y la
cree su salvadora. ¿Y si supieran que en realidad son sus verdugos?
Yo le
respondí: Yo fui a
Cuba durante 5 días. Fue una visita solicitada por Fidel a Chávez por
intermedio del Ministro de Industrias Básicas, con doble propósito. Primero,
convencerme de la necesidad que tenía Cuba de recibir ayuda desde Venezuela, y
segundo, someterme a un proceso de “inducción revolucionaria”. Chávez me
había presentado a Fidel en los siguientes términos: “Lameda será el Presidente
de PDVSA mientras yo sea el Presidente de Venezuela”.
Me han preguntado sobre los detalles de esa Inducción
Revolucionaria. A continuación presento un resumen de los ingredientes de la
receta que recibí mientras Fidel Castro y Yo compartíamos un almuerzo en la
Habana. Mi esposa: Isabel, fue testigo presencial de esta conversación donde se
me "informaba" sobre los detalles tácticos de la estrategia para
mantenerse en el poder en Venezuela: El
empobrecimiento colectivo como medio de dominación política.
Para ejecutar la receta, el día a día del proceso se conducirá según las siguientes orientaciones tácticas:
Para ejecutar la receta, el día a día del proceso se conducirá según las siguientes orientaciones tácticas:
- Al que no le guste la revolución, que se vaya. Hágaselo difícil pero ábrale unas puertas.
- A la gente hay que mantenerla ocupada aunque sea buscando comida.
- Calcule bien cuanto necesita para satisfacer las necesidades básicas de la población. El resto de la renta petrolera quémela. Le será muy útil para comprar o someter voluntades.
- Fabrique un enemigo que sea creíble y poderoso ante la mirada de los dos bandos que usted mantiene en permanente confrontación.
- Mantenga a los pobres en su pobreza pero con esperanza de progreso. Defiéndalos del poderoso enemigo que usted mismo ha creado. Algunos pobres deben saltar a la riqueza.
- Obligue a sus adversarios para que le hagan mitad del trabajo colocándoles contra la espada y la pared para que, además, cacareen pero no jodan.
- Establezca una economía dual paralela: posible para los pobres e insoportable al resto.
- Infunda terror en dos vías: los suyos deben temerle a perder lo que les da el gobierno y los adversarios deben temer por su libertad y su vida.
- Utilice la justicia y la extorsión al servicio de la revolución. Dificulte que las cosas se hagan dentro de la ley o la norma y facilite el soborno para que se viole la norma y la ley. Así podrá chantajear a los que se resistan. A quienes, aun así, se resistan “siémbreles evidencias”
- Utilice las elecciones como un vitalizador de la esperanza. En tiempo de elecciones:
- Entregue más de lo que esperan y hágale mucha propaganda bien focalizada.
- Propínele muchos golpes sucios a los opositores.
- Primero, atienda a los más pobres, son los más baratos.
Esta receta debemos neutralizarla, punto por punto.
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